La semana pasada me preguntaba si era posible una guerra civil en Estados Unidos. El espectáculo de esta semana demuestra una fragilidad del sistema democrático inesperada. Los Padres fundadores de EEUU eran políticos curtidos y desconfiados, que intentaron limitar el poder. De ahí su sistema de checks and balances, de contrapesos. Y, sin embargo, leemos que la presidenta del Congreso consulta a las autoridades militares si pueden impedir al acceso del Presidente a las armas nucleares. “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, la comedia de Stanley Kubrick, ha dejado de ser cómica.
Artículo anteriorHace un par de años, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt publicaron “Cómo mueren las democracias”. Avisaban que en las sociedades democráticas el descontento hacia la política podían provocar “Golpes de Estado” desde dentro de la democracia. Lo que ha sucedido en EEUU debe hacernos pensar. Me parece una estupidez despachar la figura de Trump diciendo que es un loco o un bruto. Por desgracia no es así. Es el representante de un modo de hacer política, con la ayuda de los nuevos medios de comunicación, con una ideología más articulada de lo que parece. Por eso es peligroso.
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